Mira que nos gusta hacer alarde de nuestra condición de animales racionales.
Con lo bien que nos iría si de vez en cuando y en según qué cosas actuáramos como lo hacen los irracionales.
Me explico: ¿conocéis algún animal no racional que genere residuos no biodegradables? Yo no.
Nosotros los racionales los generamos en grandes cantidades y además creemos que lo que llamamos residuos orgánicos, es decir, los restos de comida, los reciclamos bien.
Nuestras amables autoridades, nuestro nunca bien ponderado “papá-estado”, que siempre está pendiente de nosotros y desvelándose en nuestro beneficio de manera incondicional (eso quieren que creamos), nos ha enseñado cómo debemos hacerlo en dos sencillos pasos:
1. Tiramos los restos de comida a una bolsa de plástico
2. Esta bolsa la echamos a un contenedor de plástico
Del procesado posterior se encargan otros que actúan bajo las directrices de quien nos gobierna.
¿No sería más coherente depositar esa basura en bolsas y contenedores de materiales fabricados a partir del reciclado de residuos del tipo de los que van a contener y así de paso disminuir la fabricación de plásticos?
Claro que se me olvidaba que los plásticos vienen del petróleo, etc, etc…
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