lunes, 27 de julio de 2009

thank you for your visit

España es uno de los principales destinos turísticos del mundo, lo que hace pensar que debemos tener un clima agradable, impresionantes paisajes, grandes tesoros artísticos, arquitectura digna de ser observada, buenas playas y otros atractivos que en la mayoría de los casos sólo somos capaces de reconocer en otros países.

Si esto es así y consideramos que no somos un pueblo hostil estaremos de acuerdo todos en que con poquito que pongamos de nuestra parte las gentes de otros países vienen a visitarnos porque les atrae lo que aquí hay.

Y digo yo entonces: ¿porqué demonios tenemos que modificar nuestras costumbres con el fin de atraer visitantes si en realidad ellos vienen buscando disfrutar de lo que tenemos?. He veraneado en muchas ocasiones en hoteles de nuestras costas y siempre me llamó la atención que tuviera que comer a las 13:00 y cenar a las 19:00 porque estos son los horarios habituales en los países de origen de nuestros visitantes.

Cuando nosotros viajamos fuera adoptamos sus costumbres, horarios, gastronomía, etc, es lo lógico, viajo para conocer lo otro y la mejor manera de conocer es vivir como se vive allí. No viajaría a Italia buscando comerme la mejor hamburguesa, ni a Angola para beberme la cerveza mejor tirada, no viajaría a los fiordos noruegos para tomar el sol y jugar al voley-playa, y no intentaría hacer un safari en Jeep buscando elefantes en la estepa siberiana.

¿Y el idioma? ¿Es que nunca nos vamos a quitar de encima el complejo? Soy de los que me encantan los idiomas aunque no los domino pero no saber ruso no me quita las ganas de conocer Moscú de la misma manera que no tener ni idea de árabe no me hará desistir de la ilusión de conocer Marrakech.

Cuando los extranjeros llegan a España no tienen reparo en preguntar en su lengua materna por el monumento que les ocupará la tarde, y me parece bien, no están obligados a saber expresarse en castellano para poder ver la Catedral de Burgos o euskera para visitar el Guggenheim Bilbao. Por el mismo motivo no me tengo que avergonzar de preguntar por la Torre Eiffel en mi idioma, ni sentirme como un paleto por no saber checo si quiero ver el reloj de la torre de Praga.

Empresarios hoteleros, probablemente sea un poco tarde, pero busquen un icono que identifique sus establecimientos como auténticos exponentes de las costumbres y tradiciones y hagan publicidad de ello, será un reclamo que seguro les funcionará bien. Les dejo la idea gratuitamente ya ven, soy así de egoísta, busco poder viajar a las playas de mi país sin sentirme extranjero en mi tierra, y conste que yo me considero ciudadano del mundo y que en mi espíritu no existen los pasaportes ni visados.

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