domingo, 4 de abril de 2010

contaminación lumínica

Este año, una vez más se ha vuelto repetir la iniciativa de apagar las luces de edificios públicos y privados y de hogares particualres durante una hora para que sirva de demostración del gasto inútil de energía que hacemos habitualmente.
En efecto, una hora de solo unos pocos y no de todos quizá no sirva más que como una demostración, un gesto, una protesta, pero esta iniciativa empezó siendo de tan solo cinco minutos de duración y tenía mucho menor seguimiento del que tiene actualmente.
Hay quien piensa que estas cosas no sirven para nada y que son únicamente una chorrada de cuatro que se juntan para llamar la atención pero lo cierto es que el gasto energético innecesario no nos conduce más que a agotar en tiempo record los recursos de donde procede esa energía. Esa luz sale de algún sitio, no nos llega a nuestras casas por arte de magia, puede proceder de reactores nucleares que nadie o casi nadie quiere tener cerca.
A mí personalmente y como aficionado a la astronomía que soy, además, la contaminación lumínica me molesta porque me impide observar los objetos que pueblan el cielo en buenas condiciones, y porque para poder salir a observar cada vez me tengo que desplazar más lejos de la ciudad donde vivo y aún así, estando en ocasiones a 150 km. de Madrid, en noche cerrada, solo necesito volver la mirada en dirección a la capital para tener en ese horizonte un amanecer permanente que por supuesto es artificial e innecesario.
Pero hay más, para aquellas personas para las que la astronomía suponga algo totalmente sin interés, han de saber que la contaminación lumínica afecta a varias especies animales. Hay aves marinas, cetáceos, rapaces, murciélagos o tortugas que confundidas por las luces artificiales se desorientan y varían sus rumbos o cambian sus comportamientos, lo que a veces las hace encontrar la muerte de forma prematura e innecesaria.
En cualquier caso creo que aunque no se esté dispuesto a pasar frío por la noche intentando observar galaxias o nebulosas lejanas, no deberíamos privarnos ni privar a las generaciones futuras del disfrute de un cielo estrellado, de la misma manera que intentamos preservar parques naturales o zonas de biodiversidad con cierta protección.
Sirva como ejemplo las imágenes que nos han quedado de lo que ha significado "La Hora del Planeta" en este 2010 y que se pueden ver en http://www.boston.com/bigpicture/2010/03/earth_hour_2010.html, pinchando con el puntero del ratón en cada imagen podemos ver el cambio entre apagado/encendido

No hay comentarios:

Publicar un comentario