Ayer se aprobó en el Congreso el Decreto para la reforma laboral que tan necesaria dicen que es, y no lo pongo duda. Otra cosa es qué trae consigo la reforma y para quién.
Escucho y leo en todos los medios que todos los expertos aseguran que lo que necesitamos es mejorar la productividad, y que para lograrlo debemos trabajar más y durante más años pero cobrando menos. Si este es el planteamiento debe ser porque en los años pasados nos han estado tomando el pelo. ¿O es que nos lo tomaban entonces y nos lo toman ahora también?
Estabamos en el estado de bienestar, algo a lo que debía aspirar todo pueblo. Ahora resulta que era una falsedad y que en realidad estábamos viviendo por encima de nuestras posibilidades. Lo que no dicen es que eso fue posible gracias a que quienes manejan el dinero lo ofrecían a diestro y siniestro sin tener en cuenta nada, cosa que antiguamente se hacía y no te concedían un crédito si te endeudabas en más de un 40%.
Es lo de siempre, los de arriba arriba quedan y los de abajo siguen bajando peldaños en la misma proporción en la que los suben los otros.
Lo próximo que nos pedirán será que nos prostituyamos previa regularización de la actividad para que les pueda reportar beneficios.
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