lunes, 27 de diciembre de 2010

uno solo conserva lo que no amarra

Esta magnífica frase de una canción de Jorge Drexler me ayuda a empezar a escribir sobre un tema desgraciadamente muy de moda en lo últimos tiempos: la violencia de género.

Esta lacra que sufrimos viene sin duda del afán de poseer, poseer incluso vidas ajenas, tal es nuestra avaricia. "Lo que no pueda tener yo que no lo tenga nadie más" es la premisa que pasa por la cabeza de muchos de los agresores, como si alguien fuera quién para decidir si otra vida le pertenece. Nadie pertenece a nadie y el afán de que permanezca a nuestro lado es el empujoncito que se le da al otro para que se aleje cada vez más.

Uno retiene en una jaula a un frágil pájaro y si se olvida de cerrar la puertecilla el animal se escapará en cuanto lo detecte, por el contrario si ponemos unas migas en el alféizar y nos quedamos observando varios pajarillos acudirán libremente a comerlas y marcharán después a continuar su vida, pero volverán al día siguiente confiados de que quizá haya migas de nuevo y las puedan comer en libertad.

Como en tantas otras cosas tendemos a reducir a lo más habitual, pero no olvidemos que una vez más el intento de retención, como en casi todo, se da en todos los ámbitos y en todos los géneros, masculino, femenino, hetero y homo. La única diferencia entre todos ellos es el poder de la fuerza física, pero no deberíamos olvidar el inmenso poder de la fuerza mental.

Poco o nada más puedo yo añadir a un tema tan traído y llevado por propios y extraños.

nuevo diseño

Un cambio en el diseño y colores para este blog con el objetivo de facilitar su lectura-

Espero que os guste