viernes, 28 de enero de 2011

hipoteca2

No me he equivocado en la ortografía del título, desgraciadamente en este país es así. Cuando asumimos con osadía solicitar un préstamo hipotecario no nos damos cuenta de que estamos pidiéndo dos, y no precisamente por el precio de uno, sino por una sola vivienda.
Si tuviéramos la mala fortuna de no poder hacer frente a los pagos de ese préstamo el resultado con el paso del tiempo es que la entidad bancaria se quedaría con la vivienda, y nosotros además de perder el dinero que habíamos pagado hasta la fecha y por supuesto quedarnos sin techo, también seguíríamos adeudando al banco el capital pendiente en ese momento.
Esta trampa puede convertirse en un lastre de por vida puesto que además de tener que afrontar esa deuda tendríamos que buscar otro lugar donde vivir que también habría que pagar, pero como figuraríamos en las listas de morosos nadie nos concedería un nuevo préstamo.
Pero ahora un banco ha encontrado una horma para su zapato que le va a la medida, y afortunadamente la horma se la pone un juez que casi podríamos catalogar de "salvador", de "héroe de nuestros días" puesto que ha considerado válido devolver al banco la vivienda para saldar la deuda contraída, puesto que achaca a la crisis provocada por la mala gestión del sistema financiero que el valor de la finca se haya depreciado.
Pues sí señor, si jueces como éste dictaran resoluciones firmes como ésta, la justicia además de legal sería más justa. Por fin se empieza a ver la luz al final del túnel.