jueves, 21 de julio de 2011

para qué evolucionamos

Tal vez la pregunta filosófica más famosa sea ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?.

De dónde venimos lo vamos teniendo cada vez más claro gracias a las investigaciones y descubrimientos de los paleoantropólogos.

La segunda es una cuestión algo más difusa, ¿evolucionamos hacia un estado de bienestar tal como nos lo vende la industria cinematográfica? ¿acabaremos fagocitados por un sistema que nosotros mismos hemos creado?

Después de 4 mil millones de años de evolución aún no nos terminamos de convencer de que no lo estamos haciendo bien. Es tan sencillo como mirar a nuestro alrededor y copiar los sistemas empleados por los organismos vivos no humanos, los no inteligentes. Estamos usando la inteligencia conseguida en autodestruirnos y destruir aquello que nos hizo posibles.

La naturaleza no humana no genera residuos que no puedan ser reutilizados posteriormente para volver a crear vida o sustentarla de algún modo. Mientras el hombre se vanagloria de estar cada vez más concienciado del deber de reciclar. Es como si de repente nos colgásemos la medalla por haber logrado copiar un sistema claramente manifiesto allá por dónde nos movamos.

Pero aún estamos en pañales. Lejos de no generar residuos, sino nutrientes como ocurre de manera natural, nos obcecamos en mejorar los sistemas de reciclaje, usando para ello contenedores fabricados con derivados del petroleo que son colocados en nuestras calles por camiones movidos por combustibles fósiles casi agotados. Para ayudarnos a no contaminar los gobiernos nos animan a comprar vehículos eléctricos que son bastante más caros que los que se mueven por gasolina o gasóleo y que además necesitan hacer más kilómetros para encontrar puntos de repostaje ...

sábado, 16 de julio de 2011

test de estrés

Todos pendientes de los resultados de los test de estrés a la banca. ¿Bajará la bolsa? ¿Qué pasará con la calificación de la deuda de los países amenazados por los mercados? ¿Quebrará E.E.U.U. o será el euro quién lo haga?

Todos los medios de comunicación están pendientes de ello y nos lo meten en el cerebro a machamartillo, pero quién sabe o se acuerda del estrés que pasan las familias desahuciadas por los bancos (esos que siguen teniendo beneficios), los millones de parados, las empresas a punto de cerrar por no cobrar los trabajos realizados para la Administración Pública.

Y qué decir de los somalíes que están padeciendo una hambruna feroz, ¿es qué ellos no sufren estrés? ¿porqué no se habla de lo que supondrá para el futuro vital de todas esas personas que están padeciendo un estrés colateral al estrés bancario?

Una vez más el dinero acapara la atención del mundo mientras la salud física y emocional del mundo se resquebraja sin que importe demasiado a aquellos en quienes confíamos nuestros destinos como ciudadanos de países civilizados.