lunes, 15 de junio de 2009

nuestra casa no estará limpia

Habitábamos África y el clima nos obligó a desplazarnos para sobrevivir, hoy somos miles de millones más que en aquel momento y si algo similar vuelve a ocurrir y nos vemos obligados a realizar otra migración para que nuestra especie perdure queremos estar preparados para poder hacerlo.

La empresa no es fácil porque no todos cabremos en la superficie que sobre la Tierra quede como habitable en condiciones favorables, por lo tanto, tenemos previsto emprender un viaje que nos saque de aquí para colonizar otros planetas que en principio buscamos como probables dentro de nuestro sistema solar. A día de hoy esto no es posible y vamos preparando el camino lanzando vehículos aparatos que exploren esos lugares para que nos devuelvan información que nos permita evaluar nuestras posibilidades.

Todo esto resulta fantástico, unos seres tan insignificantes como somos logrando escapar a otros mundos porque el nuestro está empezando a advertirnos de que llegará un momento en que no nos soportará, o lo que es lo mismo, nuestra especie no soportará las condiciones extremas que se darán en él para continuar habitándole.

Ahora bien, hasta hoy no nos estamos encargando de recoger y reciclar los trastos inservibles que vamos dejando por ahí. Quiero decir con esto que empezamos mal, muy mal, ya nos hemos dado cuenta de que generamos unas cantidades ingentes de residuos que no sabemos hacer desaparecer y que en muchos casos nos limitamos a esconder debajo de la alfombra "para que nos lo vea la suegra" como sucede con los residuos nucleares.

Las sondas, satélites artificiales y vehículos exploradores que llevamos al espacio, a los planetas y a sus satélites naturales tienen una vida útil y nosotros los sabemos pero nos despreocupamos de ellos cuando ya no sirven porque nos resulta muy costoso económicamente ir a recogerlos o programarlos para que vuelvan en caso de ser posible. Lo que estamos haciendo es acumular escombro en nuestro posible futuro lugar de residencia, es como si lleváramos la basura de toda a la semana a la parcela en el campo donde pasamos el fin de semana.

Aunque por ahora no nos molestan no deberíamos caer en el mismo error nuevamente, aunque todo indica que nos movemos en esa dirección, y es que al parecer no escarmentamos y volvemos a pensar en lo que nos afectará mañana pero no en lo que afectará al mañana de nuestra descendencia, esa a la que tanto cuidamos cuando traemos al mundo ya la que legamos las consecuencias de nuestra imprevisión y comodidad.

Ojalá nos enmendemos para no tener que ver una pancarta del "Greenpeace del Espacio" colgando de los paneles solares de la Estación Espacial Internacional reclamando un cosmos limpio, saludable y poblado de manera sostenible.

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