Siguiendo el hilo de lo que comentaba en la última entrada que publiqué los desequilibrios económicos son tan enormes que no puedo mantener mi voz callada cuando me entero de noticias como la de que un exconsejero delegado de una entidad bancaria se va a retirar con una pensión de 3.ooo.ooo de € anuales, esto equivale a 330 veces más que la pensión media de un jubilado español.
¿Realmente necesita este señor tanto dinero para disfrutar de la jubilación de manera cómoda y holgada?
¿De verdad alguien puede llegar a merecer esa suma por los servicios prestados a una empresa?
Por supuesto él y otros muchos dirán que sí lo merece, pero... ¿Porqué otros no merecen tanto e incluso merecen tan poco que les cuesta llegar a fin de mes o pasan verdaderas penalidades?
Esto no demuestra mas que la riqueza está fatalmente repartida y que la única razón es que a lo largo de la historia de la humanidad el reparto siempre lo han hecho los poderosos siguiendo el criterio de "para mí más que para tí que para eso soy quien lo puedo decidir porque tengo el poder de manejar tu vida como quiera".
Sería fantástico que estos papeles se pudieran invertir durante un tiempo (por ejemplo un año), o mejor aún, no que se inviertan, sino nivelar la balanza de manera que los muy ricos pudieran degustar durante ese tiempo lo que significa tener problemas para afrontar los pagos de lo más básico para vivir dignamente mientras que los más pobres tienen acceso a poder vivir sin penurias económicas pero sin poder malgastar y derrochar.
Se darían casos de gente muy rica que en tiempo pasado hubieran pasado por ese trance pero lamentablemente ya se les ha olvidado, y precisamente para que eso no les ocurriera también a los que tendrían la posibilidad de no pasar necesidades es por lo que no habría que permitir que tuvieran suficiente como para malgastar.
Me hago cargo de que lo que propongo es una utopía pero no puedo remediarlo, necesito soltarlo para que la úlcera no me coja por sorpresa y también porque estas cosas hay que decirlas para que al menos los que las leen y piensan de la misma manera sientan la solidaridad que se necesita para mantener la mente fresca y no dejarse apabullar y adormecer por esta sociedad tan mal gestionada.
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